
Por Lisandro Torres
Un jovencito narra cómo entró en una casa ajena, se acostó a dormir y despertó por un golpe en un ojo que le dio uno de los dueños de la vivienda, después de comerse todo lo que encontró en la nevera.
El menor asegura que él no tocó “ni una cuchara de la casa”, y agrega que lo único que hizo fue comerse dos panes, un “juguito de los de 15” y una rueda de salami que halló en la nevera.
A continuación les dejamos con el video del caso
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