La Península Ibérica atraviesa una situación de emergencia sin precedentes tras el paso de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) por la región. Las intensas lluvias y fuertes vientos han provocado inundaciones catastróficas, cortes de suministro y la desaparición de al menos siete personas.
Las comunidades autónomas más afectadas son la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía. Ciudades enteras han quedado anegadas, carreteras cortadas y numerosos servicios básicos interrumpidos. Incluso, el descarrilamiento de un tren de alta velocidad ha agravado aún más la situación, dejando a cientos de pasajeros varados.
Las labores de rescate continúan sin descanso mientras los servicios de emergencia buscan a los desaparecidos. En localidades como Letur (Albacete), las inundaciones han arrasado con todo a su paso, dejando a vecinos aislados y viviendas destruidas.
«Es una situación de crisis sin precedentes», declaró un portavoz del Gobierno, que ha activado un comité de crisis para coordinar las acciones de emergencia y mitigar los efectos de este desastre natural. Sin embargo, expertos advierten que las consecuencias de esta DANA podrían tardar meses en superarse.
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