En un giro inesperado, la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana ha absuelto al empresario Ángel Rondón de las acusaciones en su contra por el caso de corrupción Odebrecht. Rondón, quien había sido condenado en instancias inferiores, llevó la sentencia absolutoria a la tumba de su hijo fallecido, compartiendo así este logro con quien, según él, siempre anheló este desenlace.
En una emotiva publicación en redes sociales, Rondón expresó su satisfacción por esta decisión judicial, que llega años después de la muerte de su hijo y tras un largo proceso legal. El empresario atribuyó la absolución a errores cometidos por el Ministerio Público y los tribunales inferiores.
La decisión de la Suprema Corte ha generado un gran revuelo en la opinión pública y ha reavivado el debate sobre el manejo de casos de corrupción en el país. Los críticos argumentan que la absolución de Rondón y Díaz Rúa debilita la lucha contra la impunidad y envía un mensaje equivocado a otros posibles corruptos.
Por su parte, los abogados de los acusados han celebrado la decisión, asegurando que siempre confiaron en la justicia y que sus clientes fueron víctimas de una persecución política.
Este caso ha puesto de manifiesto las complejidades del sistema judicial dominicano y la importancia de garantizar procesos justos y transparentes en la lucha contra la corrupción.
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