A partir de este lunes, los trabajadores australianos tienen el derecho a desconectarse del trabajo fuera del horario laboral, lo que significa que sus empleadores no podrán sancionarlos por no responder llamadas, mensajes o correos electrónicos fuera de su jornada laboral.
La nueva ley, aprobada por el Parlamento federal en febrero, busca proteger la salud mental de los trabajadores y fomentar un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal.
«Así como la gente no cobra las 24 horas del día, tampoco tiene por qué trabajar las 24 horas del día», comentó el primer ministro Anthony Albanese, mostrando su esperanza de que esta medida impulse la productividad laboral.
«Creo que muchos australianos se están frustrando, porque se espera que estén con el teléfono, el correo electrónico y todo eso las 24 horas del día», añadió el jefe del Gobierno. «Es un problema de salud mental, francamente».
La ley establece que un empleador solo puede exigir que un trabajador permanezca de guardia en caso de una emergencia o cuando sea transferido a un puesto que requiera horas de trabajo irregulares.
Esta medida ha sido recibida con entusiasmo por parte de los sindicatos y organizaciones de trabajadores, quienes la consideran un paso importante para proteger los derechos de los empleados y promover un ambiente laboral más saludable.
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