Un tribunal australiano ha sentenciado a un mes de prisión a Jacob Hersant, un supremacista blanco de 25 años, por realizar el saludo nazi en público. Esta condena marca un hito al convertirse en la primera vez que se impone una pena de cárcel por este delito en el estado de Victoria.
El incidente ocurrió el 27 de octubre, pocos días después de la entrada en vigor de una ley que prohíbe el saludo nazi en el estado. Hersant fue grabado realizando el gesto frente a un tribunal de Melbourne, desafiando abiertamente la nueva legislación.
Aunque la ley contempla penas máximas de un año de prisión y multas de más de 16.000 dólares australianos, el juez del Tribunal de Magistrados de Melbourne impuso una pena de un mes de prisión. La defensa de Hersant, que argumenta que el saludo nazi es una forma de expresión política legítima, ya ha anunciado su intención de apelar la sentencia.
La decisión ha generado reacciones encontradas. Grupos defensores de los derechos humanos celebran la sentencia como un paso importante en la lucha contra el odio y la discriminación. Sin embargo, otros expresan preocupación por una posible vulneración de la libertad de expresión. El caso plantea un debate crucial sobre los límites de la libertad de expresión en relación con el discurso de odio y la incitación a la violencia.
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