Ana Josefa García Cuello, primer teniente del Ejército de la República Dominicana y principal sospechosa de decap¡tar a su hija de seis años en Santo Domingo Este, ha mantenido una aparente calma tras su detención. A pesar de las evidencias en su contra, la mujer ha negado rotundamente su participación en el crimen, asegurando que era inocente y que en el momento del hecho se encontraba orando en su casa.
Según el relato de García Cuello, una vecina se había llevado a la niña para hacerle el pelo, y desde entonces no había vuelto a ver a ninguna de las dos. Sin embargo, las autoridades han encontrado contradicciones en su testimonio, ya que el cuerpo de la niña fue hallado en un charco de sangre en la cocina de su vivienda, mientras que la cabeza fue descubierta en el baño.
La Policía Nacional continúa investigando este caso que ha conmocionado al país. A pesar de las declaraciones de inocencia de la acusada, las evidencias encontradas hasta el momento apuntan a ella como la principal sospechosa. Los vecinos, por su parte, han expresado su consternación y han descrito a García Cuello como una mujer tranquila y religiosa, aunque algunos han señalado cambios en su comportamiento en los últimos meses.
Este trágico suceso ha reavivado el debate sobre la violencia intrafamiliar y la importancia de la salud mental. Expertos en psicología han señalado que casos como este suelen tener raíces profundas y complejas, y que es necesario abordar este tipo de problemas de manera integral para prevenir futuros hechos de violencia.
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