Ecuador se enfrentará a una ola de apagones a nivel nacional de hasta más ocho horas de duración durante cuatro noches de la próxima semana, comenzando el lunes 22:00 (3:00 GMT) y finalizando a las 6:00 hora local (11:00 GMT). Esta medida se debe a una grave sequía que afecta a las principales centrales hidroeléctricas del país, impidiendo que puedan abastecer la demanda interna de energía eléctrica.
El gobierno ecuatoriano ha anunciado que los apagones se realizarán el lunes, martes, miércoles y jueves de la próxima semana. Este anuncio llega tras un apagón nacional de similares características, atribuido a trabajos de mantenimiento en la infraestructura eléctrica nacional. La ministra del Interior, Mónica Palencia, ha declarado que se implementará un toque de queda durante las interrupciones del servicio eléctrico para evitar desmanes, debido al “conflicto armado interno” declarado por el presidente Daniel Noboa contra el crimen organizado.
Como medida preventiva, las Fuerzas Armadas tomarán control del embalse de Mazar, el segundo más grande del país, este jueves. Esta decisión busca evitar sabotajes a esta infraestructura crítica para el abastecimiento de la demanda eléctrica nacional. El embalse de Mazar, ubicado en la provincia de Azuay, tiene una capacidad de 410 millones de metros cúbicos de agua y alimenta a tres hidroeléctricas en la cuenca del río Paute, con una potencia instalada de 1,757 megavatios. Sin embargo, la falta de lluvias en la sierra de los Andes durante los últimos meses ha provocado una drástica disminución del nivel del embalse.
Expertos advierten que la situación en Ecuador podría emular la crisis energética que vive Venezuela, con apagones diarios de hasta 12 horas. Esta crisis ha generado preocupación en la población ecuatoriana, que teme un futuro de racionamientos de energía y dificultades para mantener su calidad de vida.
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