El líder opositor venezolano, Edmundo González Urrutia, se autoproclamó este viernes presidente electo de Venezuela en el foro político La Toja-Vínculo Atlántico, celebrado en O Grove (España). González basa su afirmación en los resultados electorales del 28 de julio, que según él, y según actas de votación «originales» presentadas por el Centro Carter, lo muestran como ganador. Solicitó la intervención de España para que se reconozca su victoria y se respete la soberanía popular venezolana.
El acto contó con la presencia del líder conservador español Alberto Núñez Feijóo y el presidente regional de Galicia, Alfonso Rueda, quienes, junto al resto de asistentes, mostraron su solidaridad con González a través de un prolongado aplauso al término de su discurso.
González, quien se encuentra en el exilio español desde el 8 de septiembre tras sufrir, según sus propias palabras, «persecución política con presiones inenarrables y amenazas extremas«, calificó su salida de Venezuela como «temporal». Denunció el régimen de Nicolás Maduro, al que acusó de intimidar a la sociedad, silenciar las voces disidentes y mantener un «toque de queda comunicacional» parcialmente contrarrestado por las redes sociales y el periodismo digital.
Describió la situación venezolana como una lucha entre «la democracia y la justicia» contra «el autoritarismo y el atropello», asegurando que existe una sola Venezuela, la democrática, respaldada por, según él, ocho millones de votos en las elecciones del 28 de julio. Hizo hincapié en la transparencia con la que, según afirma, se han mostrado las actas electorales.
Ante el «alarmante saldo de fallecidos, perseguidos y presos políticos», González instó a España, como país «libre, plural, democrática y plenamente integrada en la UE», a presionar a la comunidad internacional para que se reconozca la voluntad popular expresada en las elecciones. Abogó por el restablecimiento de relaciones diplomáticas, la reactivación de convenios de cooperación y la atracción de inversiones españolas, que según él, se han reducido drásticamente. Su objetivo, aseguró, es rescatar la normalidad democrática e institucional, así como la actividad económica y los flujos comerciales de Venezuela.
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