El poderoso tifón Yagi ha dejado una estela de destrucción a su paso por Asia, causando la muerte de al menos 101 personas y afectando a más de 3 millones. China, Filipinas y Vietnam han sido los países más golpeados por este fenómeno natural, que ha arrasado ciudades enteras, dejado sin hogar a miles de personas y causado pérdidas económicas millonarias.
Originado como una tormenta tropical, Yagi se intensificó rápidamente hasta convertirse en un supertifón categoría 5, azotando las costas de Hainan y Guangdong en China con vientos de hasta 245 km/h. Las imágenes difundidas en redes sociales muestran la fuerza descomunal del viento arrancando tejados, volcando vehículos y derribando árboles.
En Filipinas, el tifón provocó inundaciones catastróficas que obligaron a más de 100.000 personas a abandonar sus hogares. Al menos 16 personas perdieron la vida y miles de viviendas quedaron destruidas. En Vietnam, el centro industrial de Hai Phong fue uno de los más afectados, con numerosos barcos hundidos y la suspensión de los vuelos en todo el país.
El presidente chino, Xi Jinping, ha ordenado la movilización de todos los recursos para atender a los afectados y reconstruir las infraestructuras dañadas. Organizaciones internacionales y gobiernos de otros países también han ofrecido su ayuda para hacer frente a esta emergencia humanitaria.
Los expertos advierten que los eventos climáticos extremos como el tifón Yagi se están volviendo más frecuentes e intensos debido al cambio climático, lo que plantea un desafío sin precedentes para las comunidades costeras y las economías de toda la región.
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