Eliberta, una madre soltera de tres hijas, ha dedicado su vida al cuidado de su hija menor, Betty, quien padece de parálisis cerebral, escoliosis, desviación de columna, epilepsia y anemia. A pesar de las dificultades y los sacrificios, Eliberta no se rinde y brinda a su hija todo el amor y atención que necesita.
Desde pequeña, Eliberta siempre sintió un instinto maternal que la llevó a cuidar de sus primos y vecinos. Sin embargo, nunca imaginó que su propio corazón materno sería puesto a prueba de una manera tan desafiante.
«Betty sufre de epilepsia muy fuerte, también contrae anemia por la debilidad y su estado, también si le da gripe hay que andarle rápido. Hay que dedicarle mucho tiempo, mucha entrega física y emocional para seguir adelante», expresa Eliberta con una mezcla de fortaleza y emoción.
«Yo soy la mamá y tengo que estar ahí para ella»
A pesar de las dificultades económicas y la constante atención que requiere Betty, Eliberta se mantiene firme en su compromiso de brindar a su hija la mejor calidad de vida posible. «Yo soy la mamá y tengo que estar ahí para ella», afirma con determinación.
Para aquellos que deseen ayudar a Eliberta en su noble misión, pueden contactarla directamente al número 809-880-6992.
La historia de Eliberta es un claro ejemplo de amor incondicional y fortaleza frente a la adversidad. Su dedicación y entrega a su hija nos inspiran a todos a ser mejores personas y a valorar las pequeñas cosas que nos da la vida.
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