
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, se encuentra en el centro de un escándalo judicial tras la denuncia de una presunta violación a una menor de edad ocurrida en 2016, cuando él se desempeñaba como mandatario. La revelación, realizada por el gobierno de su antiguo aliado y actual adversario, Luis Arce, ha generado una profunda crisis política en el país.
La fiscal de Tarija, Sandra Gutiérrez, informó haber sido destituida de su cargo luego de ordenar la aprehensión de Morales por el delito de trata de personas. Aunque la orden de captura fue posteriormente anulada por la justicia, documentos filtrados a la prensa indican que la investigación se centra en una relación entre Morales y una menor de 15 años, que habría resultado en el nacimiento de una hija.
El ministro de Justicia, César Siles, confirmó que la investigación se ha ampliado a un cargo de violación. Siles declaró que «producto de esa violación (la madre) engendró otra niña y el padre reconocido en un certificado de nacimiento, (es) el señor Evo Morales Ayma». Aseguró que existe un proceso abierto y en curso.
Morales, a través de su cuenta en X (antes Twitter), negó las acusaciones y las atribuyó a una persecución política por parte de gobiernos neoliberales. Afirmó: «No me extraña ni me preocupa. Todos los gobiernos neoliberales, incluido el actual, me amenazaron, me persiguieron, me encarcelaron, intentaron matarme. ¡No tengo miedo! ¡No me callarán!».
La destituida fiscal Gutiérrez atribuyó su despido a una supuesta «conducta negligente», aunque el jefe del ministerio público, Juan Lanchipa, lo justificó por la anulación de la orden de aprehensión contra Morales. El futuro de la investigación permanece incierto tras la anulación de la orden de captura.
Mientras tanto, los partidarios de Morales afirman que se encuentra resguardado en la región cocalera del Chapare, ante el temor a una posible detención. Su exministro y abogado, Carlos Romero, aseguró que el gobierno ha activado al menos cinco procesos contra el exmandatario.
Este escándalo se suma a las crecientes tensiones entre Morales y Arce, quienes, tras una alianza que llevó a Arce al poder, ahora se disputan el liderazgo del oficialismo y la candidatura presidencial para las elecciones de 2025. La investigación por violación contra Morales promete intensificar aún más esta confrontación política.
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