El baloncesto dominicano está de luto. Falleció este lunes a los 57 años el inmortal del deporte, Soterio Ramírez. El gigante bajo los tableros, conocido por su dominio en la pintura y su pasión por el juego, dejó un legado imborrable en el baloncesto nacional.
Ramírez, quien representó al país en múltiples competencias internacionales, incluyendo Juegos Centroamericanos y del Caribe y Centrobasket, se destacó por su entrega y dedicación. Su habilidad para capturar rebotes y su presencia imponente en la zona pintada lo convirtieron en uno de los jugadores más admirados de su generación.
Más allá de sus logros deportivos, Soterio Ramírez era un hombre de familia y un ferviente defensor del deporte dominicano. Se desempeñó como secretario de Deportes del Partido de la Liberación Dominicana y ocupó el cargo de viceministro de Deportes, dejando una huella indeleble en la gestión deportiva del país.
Sus compañeros y amigos lo recuerdan como un hombre humilde, carismático y siempre dispuesto a ayudar. «Soterio era más que un jugador de baloncesto, era un líder y un mentor para muchos de nosotros», expresó un excompañero.
La noticia de su fallecimiento ha conmovido al país entero, y las redes sociales se han llenado de mensajes de condolencia y reconocimiento a su trayectoria. Su legado vivirá por siempre en la historia del baloncesto dominicano.
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