
La Guardia Costera de Estados Unidos ha intensificado sus operaciones de interdicción en el Canal de la Mona tras interceptar a 47 migrantes dominicanos en tres incidentes separados durante el fin de semana. Las embarcaciones precarias fueron avistadas cerca de la isla de Mona, reserva natural ubicada al oeste de Puerto Rico.
Según el jefe de respuesta del sector San Juan, Matthew Roman, «el trabajo diario de nuestros vigilantes y las agencias asociadas es fundamental para detener los viajes de migración ilegal en el mar». Las operaciones se llevaron a cabo entre el viernes y el domingo. Los migrantes fueron trasladados a bordo de guardacostas estadounidenses y posteriormente repatriados a República Dominicana, excepto un pequeño grupo que permanece bajo custodia de las autoridades estadounidenses para enfrentar cargos por entrada ilegal.
El Canal de la Mona, debido a su proximidad geográfica a República Dominicana y Puerto Rico, se ha convertido en una ruta migratoria peligrosa para dominicanos que buscan mejores oportunidades económicas en Estados Unidos. Las precarias condiciones de las embarcaciones y los riesgos inherentes a la travesía ponen en peligro la vida de los migrantes.
Las autoridades estadounidenses han reiterado las advertencias sobre los peligros de la migración ilegal y exhortan a la población a no arriesgar sus vidas confiando en traficantes de personas. Los migrantes interceptados enfrentan cargos por entrada ilegal a Estados Unidos e incumplimiento de las leyes marítimas. La Guardia Costera ha reforzado su presencia en la región para disuadir la trata de personas y proteger la vida humana.
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