
Muradzira se recluyó en una zona montañosa para evitar la tentación de comer y alejarse de cualquier persona que pudiera persuadirlo a interrumpir su ayuno. Sin embargo, tras 33 días y 33 noches de abstinencia total de alimentos y bebidas, un amigo lo encontró en un estado deplorable. Su aspecto era frágil y casi irreconocible, por lo que fue trasladado de inmediato a un hospital.
El joven fue criticado por su acción
El joven de 27 años, a pesar de ser respetado en su comunidad religiosa, fue criticado por su peculiar forma de buscar un regalo para su novia. El obispo Mawuru, líder de la iglesia, lamentó su decisión: «Es lamentable que haya decidido ayunar por un Lamborghini. Al menos debería haberlo hecho por conseguir un trabajo, ya que está desempleado».
A pesar de las críticas, algunos miembros de la iglesia intentaron recaudar fondos para comprarle el auto anhelado. No obstante, al descubrir que el precio del Lamborghini superaba los 400.000 dólares, desistieron de su empeño. Lo poco que lograron reunir lo destinarán a cubrir los gastos médicos de Muradzira, que aún se encuentra en recuperación.
Este caso sirve como un triste recordatorio de los peligros que conllevan las acciones extremas impulsadas por creencias o deseos personales. Es importante buscar siempre el bienestar físico y mental, y no poner en riesgo la vida por objetivos materiales o caprichos.
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