El huracán Helene ha dejado una estela de destrucción en el sureste de Estados Unidos, causando al menos 17 muertes y provocando inundaciones catastróficas en varios estados. Tras tocar tierra como un poderoso huracán de categoría 4 cerca de Tallahassee, Florida, Helene se debilitó a tormenta tropical, pero sus efectos continúan siendo devastadores.
Millones de personas se encuentran sin electricidad debido a los daños causados por los fuertes vientos y las intensas lluvias. Ciudades como Perry, Florida, han quedado prácticamente arrasadas, con viviendas destruidas y negocios inundados.
«Nunca había visto algo así», afirmó Larry Bailey, un residente de Florida, quien describió la experiencia como aterradora. «Sentí que mi casa iba a volar».
Las autoridades han emitido advertencias sobre el riesgo de inundaciones repentinas en varias zonas, incluyendo Atlanta, Georgia, y las Carolinas. Se espera que las precipitaciones continúen en los próximos días, lo que podría agravar la situación que ha estado ocasionando el huracán Helene en las ultimas horas.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, confirmó la muerte de once personas en su estado, entre ellas un socorrista, y advirtió sobre la gravedad de los daños en algunas localidades. En Florida, al menos cinco personas han perdido la vida debido al devastador huracán Helene.
Este devastador evento ocurre en un mes de septiembre excepcionalmente lluvioso a nivel global, con el tifón Yagi afectando Asia, la tormenta Boris inundando Europa y fuertes lluvias en el Sahel.
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