La brecha entre los súper ricos y el resto del mundo parece ensancharse cada vez más. Un claro ejemplo de este desfase es la reciente noticia sobre un magnate de Dubái que, como si se tratara de un capricho más, le regaló a su esposa una isla privada valorada en 45 millones de dólares.
La influencer Soudi Al Nadak compartió su sorprendente regalo con sus millones de seguidores en Instagram. En una publicación que rápidamente se volvió viral, la joven escribió: «POV: Quieres ponerte bikini, así que tu esposo millonario te compra una isla». Según Soudi, su esposo, Jamal, decidió adquirir esta isla paradisíaca en Asia para que ella pudiera disfrutar de la playa sin restricciones, algo que en su país natal no es posible debido a las costumbres locales.
«Estábamos pensando en invertir desde hace tiempo, y mi esposo quería que me sintiera cómoda y segura en la playa. Por eso compró una», explicó Soudi. Aunque no reveló la ubicación exacta de la isla, sí mencionó que costó 50 millones de dólares.
Este extravagante regalo se suma a una larga lista de lujos que Soudi comparte en sus redes sociales. Desde costosos tratamientos de belleza hasta viajes en primera clase y compras en las tiendas más exclusivas del mundo, la vida de esta influencer es un reflejo del estilo de vida de los más ricos del mundo.
En uno de sus videos, Soudi narró cómo su esposo la llevó en un avión privado a Londres para un día de compras en Harrods, uno de los grandes almacenes más famosos del mundo. «Siempre estar guapa» es la única regla que, según ella misma afirma, rige su vida.
La historia de Soudi y su isla privada ha generado un gran debate en las redes sociales. Mientras algunos usuarios expresan envidia y admiración por este estilo de vida, otros critican la desigualdad y el consumismo excesivo que representa.
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