El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha ordenado la suspensión de la red social X (anteriormente Twitter) por un periodo de 10 días en el país. La medida, anunciada este jueves, se justifica en la necesidad de que la empresa, propiedad de Elon Musk, presente «recaudos» ante las autoridades venezolanas.
Maduro, en un acto político, explicó que la decisión se basa en una propuesta de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y tiene como objetivo «hacer respetar las leyes». Acusó a X de «sembrar la violencia y el odio», así como de «atacar a Venezuela desde el exterior», y la calificó como parte de un «golpe de Estado cibernético» en su contra.
El mandatario venezolano también anunció que se está trabajando en la creación de «nuevas redes sociales, venezolanas», con el objetivo de liberar al país «de esa gente», en referencia a los propietarios de plataformas como WhatsApp, Instagram y TikTok, a las que considera «multiplicadores de odio».
La medida de Maduro se produce en medio de una profunda crisis política en Venezuela, marcada por denuncias de fraude electoral en las recientes elecciones presidenciales, protestas y represión por parte del gobierno. La oposición ha denunciado la falta de transparencia en el proceso electoral y ha responsabilizado al gobierno por los hechos de violencia que se han registrado.
La suspensión de X en Venezuela ha generado controversia, con organizaciones internacionales de defensa de la libertad de expresión expresando su preocupación por la restricción a la información y la libertad de comunicación. La medida también se ha interpretado como un intento del gobierno de controlar la narrativa y evitar la difusión de información crítica.
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