Azua-. Una de las causas de muertes cuyas razones definitivas no se han podido determinar ni si quiera en los estudios más profundos de la sociología, psiquiatría y psicología, es el suicidio.
Personas de todos los niveles sociales se quitan sus vidas: ricos, pobres, saludables, enfermos, con apariencias tristes, felices, con deudas, sin deudas con frecuencia deciden poner fin a sus vidas en todo el mundo sin que se lleguen a descubrir las causa reales de este mal.
Ni algunos pastores cristianos escapan a las garras del suicidio, aunque parezca difícil creer que una persona que predique, conozca y ministre la palabra de Dios pueda caer en esta trampa, la realidad es otra.
En el caso del pastor de Sabana Yegua, identificado como Carlos, todavía los miembros de su iglesia no pueden creer que ese hombre que los pastoreaba con tanto ánimo, fe y carisma tomara repentinamente la fatal decisión de dejar de vivir.
De acuerdo con informaciones de medios locales, este representante de la iglesia evangélica en esta zona fue hallado atado por el cuello colgando de un árbol sin que hasta el momento se conozcan los motivos que lo llevaron a tomar esa acción contra su propia vida .
Desde el punto de vista religioso, los creyentes afirman que es el mismo satanás que en ocasiones se apodera de las mentes de los hombres de Dios aunque todo marche de las mil maravillas en las vidas de las personas.
Pero las teorías más científicas, no se conforman con estas razones que ofrecen las opiniones de creyentes y buscan entre los estudios académicos las causas que llevan a una persona disponer de su vida. Sin embargo, los esfuerzos por encontrar el origen del suicidio a través de estudios científicos, aún no han dado frutos satisfactorios. Mientras tanto en el planeta, cada año miles de personas mueren por sus propias manos.
La mañana de este jueves, el cuerpo del pastor Carlos permanecía rodeado de miradas de asombro en el lugar de su muerte a espera de las autoridades correspondientes para que levantaran el cadáver e inicien las investigaciones pertinentes. Dios lo perdone! Paz a su alma!
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