Emilio Vásquez, un pescador experimentado de Guayacanes, nunca olvidará la mañana en que el mar se convirtió en un escenario de desesperación. Mientras navegaba en su yola, fue testigo del naufragio de una embarcación repleta de personas que luchaban por sobrevivir.
Los desgarradores gritos de auxilio lo obligaron a actuar. Sin dudarlo, se dirigió hacia los náufragos, pero pronto se dio cuenta de la magnitud de la tragedia. Con su pequeña embarcación, era imposible rescatar a todos. ‘Fue una decisión terrible tener que dejar a algunas personas atrás’, confesó Vásquez, aún conmocionado por lo ocurrido.
A pesar del riesgo, el pescador y sus compañeros no se rindieron. Rescataron a cinco personas, pero la angustia de saber que otros seguían luchando por sus vidas los acompañaría por siempre. ‘Es un trauma que uno lleva dentro’, afirmó Vásquez, mientras describía la escena caótica del rescate.
Las autoridades confirmaron que la embarcación se dirigía ilegalmente a Puerto Rico y que al menos cinco personas perdieron la vida, entre ellas una niña de 12 años. La Armada Dominicana rescató a 43 ocupantes, pero se estima que el número total de pasajeros era mayor.
Este trágico suceso ha conmocionado a la comunidad de Guayacanes y ha puesto de manifiesto los riesgos asociados a la migración irregular por mar. Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas exactas del naufragio y han llamado a la población a evitar este tipo de viajes peligrosos.»
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