La Paz, la capital de Bolivia, fue escenario de una dramática serie de eventos llevados a cabo este miércoles, cuando vehículos militares blindados y soldados rodearon y atacaron el palacio de Gobierno. El presidente Luis Arce calificó la acción como un intento de golpe de Estado y respondió llamando a la ciudadanía a defender la democracia y reemplazando al comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, quien fue detenido hace solo unas horas…
El presidente Arce, en un mensaje televisado, condenó los movimientos como un peligro para la vida de los ciudadanos y un ataque a la democracia. Tras el cambio en el mando militar, las fuerzas desplegadas se retiraron, y el comandante Zúñiga abandonó la escena.
Ola de reacciones nacionales e internacionales.
La situación ha provocado una ola de reacciones tanto nacionales como internacionales. Organizaciones como la OEA y líderes regionales, incluyendo a los presidentes de Chile, Brasil, México y Paraguay, han expresado su apoyo a Arce y han condenado cualquier intento de alterar el orden constitucional. La Central Obrera Boliviana ha llamado a huelga general y movilizaciones en apoyo al gobierno democráticamente elegido.
Este incidente subraya la fragilidad de la estabilidad política en la región y la importancia del respeto al Estado de derecho y la democracia.
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