El primer ministro de Haití, Garry Conille, ha dado un ultimátum a las bandas armadas para que depongan las armas. Esto ocurre un día después de que el poderoso líder de bandas, el expolicía Jimmy Cherisier (alias ‘Barbecue’), planteó la posibilidad de entablar un diálogo nacional para recuperar la paz.
Conille declaró en una rueda de prensa en el aeropuerto de Puerto Príncipe, tras su regreso de Estados Unidos, que el Estado no esperará indefinidamente a que las bandas depongan las armas. Solo se contemplará el diálogo cuando los bandidos hayan reconocido la autoridad del Estado y depuesto las armas.
El primer ministro enumeró sus prioridades en materia de seguridad, incluyendo la recuperación del control de los territorios ocupados por hombres armados. Además, se busca facilitar el retorno de los desplazados, garantizar la libre circulación de personas y bienes, y conceder justicia y reparación a las víctimas de las bandas.
El Estado haitiano está decidido a recuperar el control del territorio nacional, casa por casa, barrio por barrio y ciudad por ciudad. Aunque no se ha especificado la fecha de lanzamiento de las operaciones contra las bandas, se cuenta con el apoyo de la Fuerza Multinacional, liderada por Kenia, cuyo despliegue comenzó el mes pasado.
La visita de Conille a Washington y Nueva York tenía como objetivo buscar apoyo y respaldo para el éxito del Gobierno de transición. Se mantuvieron reuniones de trabajo con funcionarios del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
En resumen, Haití busca un compromiso continuo para lograr una transición pacífica y ordenada, según el Acuerdo Político de abril pasado.
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