
Ecuador enfrenta una crisis energética sin precedentes debido a una sequía histórica que ha reducido drásticamente los niveles de agua en los embalses de las principales hidroeléctricas del país. A partir del jueves 24 de octubre, el Gobierno implementó medidas de racionamiento eléctrico, que inicialmente implicaban cortes de hasta 8 horas diarias, pero que se han extendido a un máximo de 14 horas.
Los embalses de las centrales Masar y Coca Codo Sinclair, vitales para la generación de energía, han alcanzado niveles críticos debido a la prolongada sequía. El nuevo esquema de racionamiento distribuye el suministro en seis horas durante el día y cuatro en la madrugada, aunque el Gobierno revisará la situación el domingo para posibles ajustes.
Ciudades como Guayaquil, importante destino turístico, se han visto especialmente afectadas, experimentando hasta dos o tres cortes diarios. A pesar de la situación, las autoridades aseguran que se trabaja para garantizar un mayor suministro durante la temporada navideña.
La ministra de Energía atribuyó la crisis a un fenómeno climático excepcional, afirmando que el Gobierno está tomando todas las medidas posibles para mitigar sus efectos. Sin embargo, hizo un llamado a la ciudadanía a un consumo responsable de energía para evitar un colapso mayor del sistema. La situación mantiene a Ecuador en alerta ante los impactos de esta severa sequía en su infraestructura energética.
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