La suspensión de vuelos entre República Dominicana y Venezuela, que comenzó a las 8:00 de la noche del miércoles 31 de julio, ha impactado a más de 11,000 pasajeros. La medida, impuesta por el Gobierno de Nicolás Maduro, ha generado incertidumbre y preocupación, especialmente entre los venezolanos que se encontraban de vacaciones en la isla y tuvieron que apresurar su retorno para evitar quedar varados.
En las horas previas a la suspensión, las aerolíneas Avior Airlines y Sky High llevaron a cabo sus últimos vuelos desde el Aeropuerto Internacional de Las Américas hacia Caracas, operando al 100% de su capacidad. Muchos pasajeros expresaron su temor a represalias si se identificaban como venezolanos, destacando la difícil situación en su país bajo el régimen de Maduro.
Entre los afectados se encuentra una mujer que decidió regresar apresuradamente para verificar el estado de sus familiares, dada la precaria comunicación con Venezuela. Testimonios de pasajeros describen una atmósfera tensa en el país, marcada por muertes y detenciones.
Con la cancelación de vuelos directos, muchos venezolanos y dominicanos que residen en Venezuela buscan alternativas para regresar, optando por rutas que incluyen vuelos a Cuba antes de conectar a su país.
Se estima que aproximadamente 11,800 pasajeros con reservas para julio y agosto se ven perjudicados por la suspensión, según el Departamento de Operaciones del Aeropuerto Internacional de Las Américas. Aerolíneas como Laser, Turpial y Rutaca también están afectadas por esta decisión.
Luis López Mena, director de Comunicaciones de Aeropuertos Dominicanos XXI (Aerodom), aseguró que están trabajando para reprogramar itinerarios y mitigar el impacto en los pasajeros. “Se están realizando esfuerzos para reorganizar las reservas y garantizar que los pasajeros con boletos válidos no sufran perjuicios adicionales debido a la suspensión”, afirmó.
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