Santo Domingo-. La popular banda criminal Los Trinitarios se originó en la violenta cárcel de Riker Island, Nueva York, entre 1989 y 1990, compuesta por presos dominicanos que formaron este grupo para protegerse entre ellos de los ataques de reos de otras nacionalidades, de acuerdo con registros históricos.
A través del tiempo esta pandilla se dispersó por países como España, Chile y varios lugares de Estados Unidos. A República Dominicana llegó con miembros de esta estructura que fueron deportados de la nación estadounidense tras cumplir condenas en la década de los 90.
Este martes 8 de abril de 2024, el vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueira, confirmó que Los Trinitarios en la actualidad operan en el país, pero, según el funcionario policial, no representan un peligro para la seguridad nacional debido a que supuestamente esos pandilleros no guardan vínculos con el crimen organizado de alto nivel.
Pesqueira aseguró que el Departamento Antipandillas de la Policía trabaja en evitar que esta estructura que cuenta con sus propias jergas, colores, collares, pulseras, vestimentas, tatuajes, grafitis y demás códigos de identidad social, se fortalezca y se expanda por todo el territorio nacional.
Agregó que recientemente en la provincia Azua intervinieron algunos jóvenes de dicho grupo delictivo, los cuales fueron identificados por las características propias que representan a sus miembros.
La jefatura de la institución del orden reveló que las actividades preferidas de Los Trinitarios en los últimos tiempos a nivel local, es el denominado “chipeo”, un delito relacionado con estafas financieras a través del uso de la tecnología.
Este pasado lunes las autoridades chilenas anunciaron el arresto de más de 40 personas, incluido «uno de los brazos operativos» de la denominada banda Los Trinitarios.
Según un informe judicial español, en 2018, los Trinitarios estuvieron detrás de 19 de las 33 agresiones cometidas por bandas latinas en Madrid. El periodista Marino Holgado cuenta todos los detalles sobre esta banda juvenil que, junto a los Dominicans Don’t Play, ha pasado a estar en el punto de mira de la Policía.
“El problema es que ya no son solo un peligro en las calles. Ahora, también lo son en las redes. Si bien en un principio estas bandas se financiaban por las cuotas de sus miembros, los pequeños robos en barrios y el tráfico de drogas, ahora van más allá: han dado un paso al frente hacia las estafas cibernéticas. Hace una semana, la Policía Nacional desarticulaba una trama de financiación de los Trinitarios que se saldaba con 40 detenidos, entre ellos varios jóvenes”, revelaba una investigación en España hace seis años.
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