El gobierno de Texas se encuentra en estado de alerta máxima ante la inminente llegada del huracán Beryl, que se espera toque tierra en la costa del estado el próximo lunes por la mañana. Beryl, que ya causó daños y muertes en su paso por el Caribe, se ha debilitado a tormenta tropical, pero se prevé que se fortalezca nuevamente en las cálidas aguas del Golfo de México.
Las autoridades de Texas han activado los planes de emergencia y han tomado medidas para minimizar el impacto del huracán. La División de Manejo de Emergencias de Texas (TDEM) ha elevado su nivel de respuesta y el gobernador Greg Abbott ha ordenado la movilización de recursos para las zonas que podrían verse afectadas.
Evacuaciones y medidas de precaución
Se ha iniciado una evacuación voluntaria de la zona del Coastal Bend, que incluye la ciudad de Corpus Christi. Los residentes de otras áreas costeras también se están preparando llenando sacos de arena y tomando medidas para proteger sus hogares y negocios.
El peligro de las inundaciones
Las principales amenazas que Beryl representa para Texas son las fuertes lluvias y las inundaciones repentinas. El estado ya tiene experiencia con este tipo de desastres, como el huracán Harvey que azotó la costa en 2017.
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