La ceremonia, llena de simbolismo y significado, contó con la presencia de invitados vestidos de gala y uniformes militares. El ambiente se llenó de emoción con la música de canciones como «I Will Always Love You» y «Ave María», interpretadas junto al sonido de gaitas.
El mejor momento de sus vidas
Swerlin, radiante de felicidad, expresó su alegría por haber encontrado al hombre correcto después de 96 años. «Es una boda digna de la realeza», afirmó. Terens, por su parte, visiblemente rejuvenecido, calificó el evento como el mejor momento de toda su vida.
La pareja, que reside en Boca Ratón, Florida, tomó la decisión de casarse tras la conmemoración del 80º aniversario del Desembarco de Normandía. Terens, conocido por su espíritu soñador y su filosofía de vida basada en el amor, contó con el apoyo incondicional de su familia en su decisión de casarse con Swerlin.
A pesar de las dudas iniciales sobre su capacidad para viajar a Francia, Terens demostró su determinación y fortaleza, dejando claro que su espíritu aventurero no tiene edad. La boda fue descrita como un «acontecimiento único» y un merecido homenaje a Terens, quien jugó un papel crucial en la liberación de Francia durante la Segunda Guerra Mundial.
El veterano, que ya había recibido la Legión de Honor francesa en 2019, fue nuevamente honrado durante las ceremonias del Día D. El alcalde de Carentan expresó el profundo honor que representaba celebrar la boda en la misma localidad donde las tropas aliadas se unieron en 1944.
El veterano de 100 años y su prometida de 96 habían enviudado
Tras la guerra, Terens se casó y tuvo tres hijos con su primera esposa, Thelma. Después de su fallecimiento, encontró consuelo y compañía en Swerlin, también viuda. Juntos, han compartido una vida inseparable, llena de amor y risas. Terens, quien se considera a sí mismo como la persona más afortunada del mundo, celebra su centenario con un corazón rebosante de amor y entusiasmo por el futuro.
Esta historia inspiradora nos recuerda que el amor no tiene edad ni barreras. La boda de Terens y Swerlin es un símbolo de esperanza, un recordatorio de que nunca es demasiado tarde para encontrar la felicidad y el amor verdadero.
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