El 26 de enero de 1998, una joven Britney Spears, de tan solo 16 años, irrumpió en la escena musical con «Baby One More Time», un himno que no solo dominó las listas de popularidad, sino que marcó un antes y un después en la historia del pop. Con su icónico look de colegiala rebelde y su potente voz, la «princesa del pop» cautivó a millones de fans en todo el mundo, dejando una huella imborrable en la cultura pop.
Más de dos décadas después, el legado de Britney Spears sigue siendo innegable. A pesar de los altibajos en su carrera, su influencia en la música pop permanece indiscutible. Su debut sentó un precedente, inspirando a innumerables artistas y transformando la industria musical.
El videoclip de «Baby One More Time» fue mucho más que un acompañamiento a la canción; se convirtió en un hito cultural que revolucionó la industria. La imagen de Britney bailando sensualmente con su uniforme escolar generó un impacto sin precedentes, abriendo paso a una nueva era de la música pop, marcada por una mayor libertad creativa y un nuevo nivel de sexualización en la imagen de las artistas jóvenes.
El video, uno de los más icónicos de la historia, no solo catapultó a Britney a la fama mundial, sino que también desató un intenso debate sobre la sexualización de las artistas adolescentes y el rol de los medios en la construcción de la imagen pública. A 25 años de su lanzamiento, «Baby One More Time» sigue siendo un testimonio del poder de la música pop y del impacto duradero de una artista que definió una generación.
Descubre más desde Lisandro Torres al dia
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.