
La comunidad de Galveston, Texas, se encuentra conmocionada por el trágico asesinato de Hannah Yonko, una bebé de 17 meses, arrojada desde el tercer piso de un hotel y dejada en el pavimento. El macabro hallazgo ha generado una intensa investigación policial y conmocionado a nivel nacional.
Documentos judiciales revelan que Hannah sufrió múltiples laceraciones , incluyendo tres punzaciones, antes de ser lanzada al vacío. Testigos presenciales alertaron a las autoridades tras encontrar a la bebé tirada en el pavimento. A pesar de los esfuerzos médicos, la menor falleció al llegar al hospital.
La madre de la niña, Channel Yonko (30 años), ha sido arrestada y acusada de asesinato, un delito que en Texas puede ser castigado con la pena de muerte. Un video de seguridad del hotel confirma el testimonio de los testigos, mostrando el momento en que la bebé es arrojada desde el tercer piso.
El caso adquiere un escalofriante presagio: días antes del crimen, Channel Yonko visitó una iglesia con otra mujer, buscando ayuda espiritual. Un testimonio anónimo indica que confesó haber «jugado con algo que no debía» y afirmó que un «espíritu maligno» la había poseído, incluso prediciendo su propia muerte para el día siguiente.
Antes del atroz crimen, Channel Yonko deambuló por las calles de Galveston pidiendo ayuda, alegando que su hija estaba enferma; sin embargo, la bebé ya había sido abandonada.
El asesinato de Hannah Yonko ha conmocionado a la nación y reavivado el debate sobre salud mental y violencia doméstica. Las autoridades continúan investigando los motivos del crimen, mientras la comunidad de Galveston llora la pérdida de esta inocente vida.
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