La agencia climática europea Copernicus ha confirmado una noticia alarmante: 2024 se convertirá en el año más cálido jamás registrado, superando en más de 1,5 grados centígrados las temperaturas preindustriales. Este anuncio llega en un momento crítico, justo antes de la COP29, la cumbre climática anual de la ONU donde los líderes mundiales deberán tomar decisiones cruciales para afrontar la crisis climática.
Si bien superar este umbral de 1,5°C de forma puntual no implica una violación directa del Acuerdo de París, sí sirve como una contundente señal de alerta. La comunidad científica advierte que nos acercamos peligrosamente a un punto de no retorno, con consecuencias potencialmente irreversibles para el planeta y las generaciones futuras.
Ante esta realidad, la sociedad civil reclama medidas más ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos ya visibles del cambio climático. La COP29 se presenta como una prueba de fuego para la voluntad política de los países participantes y su capacidad para alcanzar una cooperación efectiva en la lucha contra este desafío global. El futuro del planeta depende de las decisiones que se tomen en esta cumbre crucial.
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