Este jueves 8 de agosto se celebra el Día Internacional del Orgasmo Femenino, una iniciativa que surge con el fin de reivindicar el placer sexual de las mujeres y romper los tabúes que lo rodean.
Este día, que se conmemora en América Latina y otros países del mundo, nació de la necesidad de abordar la desigualdad de género en el ámbito de la sexualidad, fomentar la educación sexual y empoderar a las mujeres en todo el mundo.
La celebración fue promovida por el concejal brasileño José Arimateia Dantas Lacerda, del pueblo de Esperantina, a raíz de un estudio que mostraba cómo el 28% de las mujeres del estado de Piauí era incapaz de obtener placer con el sexo, lo que el concejal consideró un «problema de salud pública».
Por ello, impulsó una ordenanza que abogaba por el derecho de las mujeres a exteriorizar y materializar su deseo sexual, equiparándose así a la población masculina.
El Día Internacional del Orgasmo Femenino no tiene carácter oficial ni comercial, sino que busca ser una jornada de concienciación y educación sobre la sexualidad femenina, históricamente ignorada, reprimida o estigmatizada por razones culturales, religiosas o sociales.
Entre los beneficios del orgasmo para la mujer se encuentran el placer, la mejora del suelo pélvico, la activación de la memoria, la disminución del umbral del dolor, la mejora del sueño y la circulación sanguínea, así como la reducción del estrés y el fortalecimiento del sistema inmunitario
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