Cada 21 de septiembre, las redes sociales se tiñen de amarillo. Y es que el intercambio de flores amarillas se ha convertido en una tradición moderna que trasciende fronteras y generaciones. ¿El motivo? Una serie juvenil que marcó a toda una época: Floricienta.
La escena en la que Florencia recibe un ramo de estas flores, símbolo de la primavera y el inicio de un nuevo amor, quedó grabada en la memoria de millones de espectadores. La canción ‘Flores amarillas’, con su letra llena de nostalgia y esperanza, se convirtió en el himno de una generación que encontró en esta serie un refugio y una compañía.
Hoy, años después, la magia de Floricienta sigue viva. El estreno de ‘Margarita‘ ha reavivado la llama de esta tradición, demostrando que el impacto cultural de una serie puede perdurar en el tiempo y trascender las pantallas.
El 21 de septiembre, al regalar o recibir flores amarillas, no solo estamos celebrando la llegada de la primavera, sino también rindiendo homenaje a una época que nos marcó y a los valores que nos enseñó Floricienta: la amistad, el amor y la esperanza.
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