Aunque ha disminuido a categoría 3, con vientos máximos sostenidos de 120 millas por hora (195 kilómetros por hora), el huracán Milton sigue representando una grave amenaza para Florida. Su expansión ha aumentado significativamente el área de impacto, exacerbando el peligro.
El sistema ya ha generado tornados en su aproximación a la costa oeste de Florida, y se esperan fuertes lluvias que podrían provocar inundaciones catastróficas. Una marejada ciclónica de entre 3 y 4.5 metros amenaza las zonas costeras, especialmente la bahía de Tampa.
Las autoridades continúan instando a la evacuación en las áreas de riesgo. Tanto el presidente Joe Biden como la FEMA han advertido sobre la gravedad de la situación, calificando a Milton como un huracán «catastrófico y mortal».
Se prevé que Milton toque tierra esta noche en la parte central de la costa oeste de Florida, y que cruce la península manteniendo su fuerza de huracán. A pesar de la reducción en su intensidad, el peligro persiste.
La llegada de Milton se suma a una temporada de huracanes en el Atlántico inusualmente activa. La NOAA ha registrado nueve huracanes hasta la fecha, y se espera que la actividad permanezca por encima del promedio. Las consecuencias de Milton para Florida se sentirán durante semanas y meses, con inundaciones, daños a la infraestructura y pérdidas económicas significativas que requerirán una larga y difícil recuperación.
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