La histórica rivalidad entre las Estrellas Orientales y los Tigres del Licey volvió a explotar en el terreno de juego durante el reciente encuentro entre ambos equipos. El incidente protagonizado por Miguel Sanó y Radhamez Liz puso de manifiesto la intensidad con la que se vive el béisbol en República Dominicana.
Sanó, defendiendo a su dirigente Fernando Tatis, demostró una lealtad inquebrantable hacia su equipo. «Si vuelve a ocurrir algo así, yo estaré ahí para proteger a mis compañeros», afirmó el poderoso toletero de las Estrellas.
El altercado reavivó la llama de una rivalidad que siempre promete emociones fuertes entre estos dos históricos equipos del béisbol dominicano. Sanó no se arrepiente de haber respaldado a Tatis, y aseguró que volvería a hacer lo mismo en caso de que una situación similar se presente.
La pasión y la lealtad de Sanó hacia las Estrellas Orientales contrastaron con la intensidad de la rivalidad, reafirmando el compromiso de los jugadores con sus respectivos equipos en medio de uno de los clásicos más apasionados del béisbol.
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